La cáscara de las semillas de psylium está compuesta casi exclusivamente de hemi-celulosa que actúa en el intestino como una esponja, da consistencia a las heces, estimulando el peristaltismo.

El Psyllium se utiliza tradicionalmente para ayudar a mantener un tránsito intestinal equilibrado, ayudar a la limpieza intestinal y al reblandecimiento de la materia fecal. Manteniento una ingesta adecuada de líquidos al tomar Psyllium se facilita el movimiento peristáltico intestinal de forma natural y equilibrada y así obtener una mejor regularidad en el tránsito. También es útil como parte de una dieta de control de calorías y de peso.

El mucílago y fibra del Psyllium, puede ayudar mucho en caso de estreñimiento crónico u ocasional, ya que actúa como un laxante y regulador natural. Es una excelente fuente no calórica de fibras solubles (ocho veces mejor que el salvado de avena).

El tegumento de psyllium rubio, hoy en día, es cada vez más utilizado en los casos de infecciones fúngicas crónicas ya que impide la absorción en el organismo de los desechos metabólicos de las levaduras, a las cuales muchos individuos son particularmente sensibles. El psyllium absorbe estas toxinas, calma los tejidos inflamados y promueve el desarrollo de bacterias beneficiosas al colon.

Recordemos que se aconseja que los pacientes afectados por candidiasis eviten absolutamente el estreñimiento.

Su cáscara es ideal para bajar de peso ya que puede adsorber hasta ocho veces su volumen en agua convirtiéndose en una masa que nos produce un efecto saciante, ideal como complemento en dietas de adelgazamiento ayudándonos a evitar los picoteos a deshora. Esta masa pasa suavemente como una esponja ayudándonos a eliminar grasas de cuerpo así como también evita su acumulación.

Este producto se consume exclusivamente disuelto en agua o jugo.

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